La civilización de nuestro tiempo atrapada parece atrapada en el Laberinto de Minos, cree que tiene legítimo derecho a satisfacer irresponsablemente apetitos ilimitados
La enfermedad suele indicarnos simbólicamente qué aprendizaje resistimos. La piel el órgano más extenso del cuerpo se expresa contundentemente.
Mucho se dice de la “nueva era”, pero, qué es lo que está aconteciendo, de qué se trata.
Algo caracteriza a nuestra época: la falta de sentido común. Por doquier observamos el sin sentido. La ausencia de coherencia entre pensar, sentir y actuar.
Explorando el universo lunar: de la huella materna a la alquimia emocional, un viaje hacia la raíz de nuestras respuestas, vínculos y necesidades más íntimas
Es tiempo de mapear la Conciencia. Reflexiones sobre un paradigma de la Conciencia y la Energía
En ciertas instancias evolutivas se desarrollan percepciones expandidas, muchos lo han logrado, y las posibilidades se potencian con la mutación vibracional actual del planeta
El poder de un instrumento con capacidad de concentrar enormes cantidades de energía: las criptomonedas.
La interpretación astrológica ha mutado con las culturas y los tiempos. También, el estadio evolutivo del interprete – el astrólogo- es y ha sido determinante en cómo se interpreta.
El aspecto Luna-Plutón revela emociones intensas y memorias ancestrales que desafían, duelen y transforman. Es un núcleo psíquico visceral que impulsa crisis y renacimientos, como un Ave Fénix. Un territorio complejo que, al integrarse, despierta un profundo poder de evolución y autoconocimiento.
Concepto de Justicia Aristotélico Aristóteles (384 – 322 A.C), un filósofo perenne cuyo pensamiento sobre el Derecho y la Justicia pueden iluminar los obnubilados discernimientos de nuestro tiempo. Para Aristóteles “la justicia incluye a todas las virtudes”, en tanto, “el ejercicio de estas virtudes en función de su utilidad social”, a modo de ejemplo, si
Al mapear los procesos evolutivos en las formas observé tres movimientos de la energía que emergían como indisolubles y permanentes; los tres serían uno: el poder creador de la conciencia. Estos movimientos y sus procesos resultarían observables, y, por lo tanto, pasibles de estudio científico. A éstos movimientos los nominé: Leyes primordiales de la conciencia.
